Juanma hoy se siente bastante mal al levantarse, nos dice que. ha pasado toda la noche con décimas de fiebre y eso no es buena señal. También está lloviendo a mares y ha estado así toda la noche.

Hoy es nuestro último día en Santa Tereza y volvemos a Curicaca para afrontar las cuatro últimas noches, con lo cual, después de desayunar, hacemos las maletas, foto de rigor con el personal de la fazenda que se ha portado muy bien con nosotros, y en especial con Juanma, y salida hacia Curicaca.

Poco tiene que contar este día, en cuanto a observación de animales y fotografía se refiere, porque cuando llegamos a Curicaca, rápidamente dejamos las maletas y nos vamos de nuevo al hospital de Sao Mateus en Cuiabá, Juanma necesita que le vean otra vez.

Allí, estamos la mayor parte del día hasta que nos comunican que le tienen que volver a repetir todas las pruebas y que se tiene que quedar nuevamente ingresado hasta el día siguiente, al menos.

Con preocupación, por el calvario que está pasando Juanma, regresamos a Curicaca, con la esperanza que al día siguiente nos den buenas noticias. Llegamos a las 7 de la noche, cenamos y a dormir.

Nos levantamos este sábado, día 21, con los aullidos de los Monos aulladores carayá (Alouatta caraya), pero, sin noticias de Juanma, hablamos con Mario, el dueño de Curicaca, y nos dice que después de desayunar va a llamar al hospital para que nos den noticias de él. Se lo agradecemos un montón, porque él tiene algún conocido en el hospital y puede conseguir información de primera mano y, sobre todo, porque domina el portugués como si fuera nativo de allí.

En el amplio comedor de Mario tomamos el desayuno viendo desde el ventanal al inmóvil Yacaré (Caiman crocodilus), acompañado de Pavón muitú (Crax fasciolata) y Cotara chiricote (Aramides cajanea), todos ellos esperando a que Mario les echara las mondas de la fruta que había pelado para nuestro desayuno.

Una vez terminamos de desayunar, Mario llama al hospital y Juanma todavía está esperando resultado de sus pruebas. Mario nos dice que nos va a tener en todo momento informados por whatsap, porque va a seguir llamándole durante el día.

Nosotros vamos a hacer una ruta por la zona norte de la transpantaneira, con un nuevo objetivo, buscar la escurridiza Chuña patirroja (Cariama cristata), un ave con un gran parecido al Pájaro secretario africano, y que ya hemos estado buscando en nuestros trayectos desde Poconé hacia la transpantaneira, porque ese es el terreno que a esta ave le gusta, grandes extensiones de terreno, con arbustos dispersos y con pocos árboles.

Mario nos ha dicho que un buen sitio para verle es cerca de la pousada Paraíso Pantanal o en la fazenda Piuval. De camino hacia la primera de las pousadas nos encontramos con muchos de los habituales, como Avetrigre colorada (Tigrisoma lineatum), Busardo urubitinga (Buteogallus urubitinga) o Martín gigante neotropical (Megaceryle torquata), pero también aparecen algunos nuevos que nos hacen mucha ilusión, Cuclillo crespín (Tapera naevia), Batará barrado (Thamnophilus doliatus), Cerceta brasileña (Amazonetta brasiliensis), son algunos de ellos.

En la pousada Paraíso Pantanal, está todo un poco apagado, solamente vemos cerca Bienteveo chico (Philohydor lictor), Chachalaca charata (Ortalis canicollis) y poco más, con lo cual, decidimos rápidamente seguir camino hacia la fazenda Piuval, más al norte. Algunos kilómetros más allá, nos topamos con un árbol que tiene muchos nidos de Cacique lomiamarillo (Cacicus cela) y están muy activos, con lo cual, parada para tomar fotos.

Hacemos una nueva parada en la valla donde hay un cartel que dice que estamos en el Pantanal y nos hacemos unas fotos que, todo el grupo teníamos pendientes. Allí, en esa vieja y abandonada barrera, vemos Hornero común (Furnarius rufus), Tangara picoplata (Ramphocelus carbo), etc.

Seguimos buscando a la Chuña en nuestro camino hacia Piuval, pero, ésta se hace de rogar. Una vez en el desvío hacia la fazenda, vemos bastantes pájaros en los 3 kilómetros que la separan de la transpantaneira. Este camino, nos ofrecen oportunidades de ver y fotografiar Ñandú común (Rhea americana), Busardo caminero (Buteo magnirostris), Busardo sabanero (Buteogallus meridionalis), Angú (Donacobius atricapilla), Trepatroncos colorado (Xiphocolaptes major), Aratinga frentidorada (Aratinga aurea), etc.

Cuando llegamos a Piuval vemos que es un paraíso. Allí, encontramos Carpintero campestre (Colaptes campestris), Pirincho (Guira guira), Garrapatero ani (Cotrophaga ani), Golondrina parda (Progne tapera), Ñandú común (Rhea americana), Lagarto de collar (Tropidorus torquatus), Zorro cangrejero (Procyon cancrivorous) y otros.

Sobre las 13:00 horas nos sentamos a comer, es un buffet, donde todos elegimos Pacú, un pescado de la familia de las pirañas. Paco nos cuenta que hace poco uno de éstos ha sido pescado en las lagunas de Velilla de San Antonio en Madrid, algún "gracioso" lo echaría allí.

Hemos contratado un tour guiado por los alrededores de la fazenda. La caminata comienza a las 16:00 y le decimos a nuestro guía que tenemos dos objetivos claros, la Chuña patirroja (Cariama cristata) y el Oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla).

En la primera hora del recorrido encontramos dos ejemplares de Chuña patirroja (Cariama cristata). Las llegamos a ver a escasos 10 metros, nunca me pude imaginar que iban a ser tan confiados, increíble, podemos hacerles retratos que se les pueden apreciar hasta los ácaros a esta especie de pájaro secretario suramericano.

Luego, hacemos un recorrido circular que nos da la posibilidad de ver Tegú negro (Salvator merianae), Corzuela roja (Mazama americana), Guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus), Jabirú americano (Jabiru mycteria), Tucán toco (Ramphastos toco), Capuchino pardo (Sapajus apella apella), pero el Oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla) no lo encontramos, aunque nuestro guía nos ha indicado que hemos estado en la zona donde se le puede ver.

Termina el tour después de andar unos 7 kilómetros, más o menos, y nos vamos hacia Curicaca. En el camino se nos cruza un Tapir amazónico (Tapirus terrestris) a escasos 20 metros de nosotros que, nos permite verle durante un buen rato, hasta que desaparece en el interior del bosque.

Llegamos a Curicaca bastante tarde, descargamos las fotos, ducha, cena y a dormir.

A las 6 de la mañana suena el despertador y lo primero que vamos a hacer es llamar a Juanma. Nos dice que se encuentra bien, que ya no tiene dolores. Hoy van a extraerle esa molesta piedra que tiene en el riñón. Va a acompañarle una amiga de Mario que conocimos en Curicaca y que vive allí, en Cuiabá. Mario nos dice que, en todo momento nos tendrá informados.

Tomamos el desayuno y partimos hacia la pousada Río Claro. Ya habíamos estado en esta pousada hace unos días cuando íbamos a Santa Tereza, y volvemos porque allí había un muy buen pajareo.

En el camino nos encontramos con muchas de los aves que ya hemos visto, como Busardo colorado (Busarellus nigricollis), Tangara sayaca (Thraupis sayaca), Tirano melancólico (Tyrannus melancholicus), Garrapatero ani (Crotophaga ani), Pirincho (Guira guira), Ibis verde (Mesembrinibis cayennensis), Pato criollo (Cairina moschata), etc. Es difícil a estas alturas del viaje sumar especies nuevas, aunque siempre alguna cae, como un bonito Mosquero pirata (Legatus leucophaius) que nos encontramos en un arbusto en el borde de la carretera, o una pareja de Aratinga cabeciazul (Aratinga acuticaudata) acicalándose en la rama de un árbol.

Justo antes de llegar, a escasos 50 metros de la entrada a la pousada, vemos una preciosa pareja de Cardenilla crestada (Paroaria coronata) afanada en la construcción de su nido en un arbusto a muy baja altura.

Antes de comer, nos damos una vuelta por los alrededores de la pousada, donde los pájaros están muy activos. Zopilote negro (Coragyps atratus), Golondrina parda (Progne tapera), Bienteveo rayado (Myiodynastes maculatus), Bandurria mora (Theristicus caerulescens) o un confiado Guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus), son algunos de los que nos encontramos.

Después de comer en Río claro, lo que apetece es dar una vuelta por sus jardines, fotografiando todo lo que se mueve. Allí vemos, Tordo músico (Agelaioides badius), Tordo renegrido (Molothrus bonariensis), Aratinga ñanday (Nandayus nenday), Cardenilla piquigualda (Paroaria capitata), Tordo gigante (Molothrus oryzivorus), Chachalaca charata (Ortalis canicollis), Zorzal colorado (Turdus rufiventris), etc.

Más tarde, decidimos ir a otra pousada, Río clariño, donde en el camino nos encontramos con dos enormes tortugas en diferentes puntos, se trata de la Tortuga terrestre de patas rojas (Chelonoidis carbonarius), además, también vemos Ibis afeitado (Phimosus infuscatus), Batará barrado (Thamnophilus doliatus), Columbina picuí (Columbina picui), Burlisto castaño (Casiornis rufus), Curutié colorado (Certhiaxis cinnamomeus), etc.

Para terminar el día, decidimos ir a Araras, uno de los sitios que bajo mi punto de vista, más pajareo tienen de la zona. Guacamayo acollarado (Primolius auricollis), Garza capirotada (Pilherodius pileatus), Carpintero real (Chrysoptilus melanochloros), Tijereta sabanera (Tyrannus savanna), Calamoncillo americano (Porphyrula martinica), Turpial amazónico (Icterus croconotus), Tigana (Eurypyga helias), Diamante de cabeza parda (Amazilia fimbriata),son algunos de los pájaros que logramos ver, además de Aguti de Azara (Dasyprocta azarai), Capibara (Hydrochaeris hydrochaeris) y Yacaré (Caiman crocodilus).

Son más de las 6 de la tarde y prácticamente de noche cuando llegamos a Curicaca, y en el camino, como todos los días, nos encontramos un ejercito de Chotacabras pauraque (Nyctidromus albicollis) cazando polillas.

Hoy es nuestro último día en Curicaca y, por tanto, en el Pantanal. Al igual que los días anteriores, lo primero que hacemos es llamar a Juanma para ver que tal ha pasado la noche. Se encuentra bien y hoy le darán el alta y nos esperará a que lleguemos mañana para nuestra vuelta a Madrid en un hotel en Cuiabá.

Desayunando en el comedor de Mario, nos encontramos con unos franceses que están hospedados allí. Nos dicen que han oído al Saltarín de yelmo (Antilophia galeata) hace unos días cerca de la pousada Río claro. También nos indica uno de ellos con un dedo hacia arriba, como en ese momento está cantando un Momoto amazónico (Momotus momota), que finalmente fue otra de las aves que se nos escapó, aunque yo había visto a este pájaro en un anterior viaje a Costa Rica.

Iniciamos nuestra última jornada tomando la transpantaneira hacia el norte, hacia la puerta de entrada, a unos 12 kilómetros. En el camino nos encontramos con un bonito pato que hasta ahora no habíamos visto, el Suirirí cariblanco (Dendrocygna viduata). El grupo de suirirís está acompañado de varias Cercetas brasileñas (Amazonetta brasiliensis) y un grupo de Pato criollo (Cairina moschata).

También, vemos en los diferentes charcos que vamos atravesando Garceta grande (Ardea alba), Carrao (Aramus guarauna), Chajá común (Chauna torquata), Garceta azul (Egretta caerulea), Varillero negro (Agelasticus cyanopus), etc.

Más tarde, cambiamos de dirección y nos dirigimos hacia el sur, con el propósito de llegar hasta Río claro y luego seguir hacia el Hotel Pantanal Mato grosso, dos de los lugares que los franceses nos dijeron que habían oído al saltarín.

Prospectamos los alrededores del camino de entrada a la pousada Río claro, pero el saltarín ni aparece, ni se le oye, aunque sí que podemos observar Tijereta sabanera (Tyrannus savanna), Curutié colorado (Certhiaxis cinnamomeus), Ñandú común (Rhea americana), Elanio plomizo (Ictinia plumbea), Copetón feroz (Myiarchus ferox), etc. Otro lugar que también prospectamos es una entrada a una fazenda llamada Sao Cristovao, pero el saltarín se resiste.

Desde allí, fuimos a intentarlo al Hotel Pantanal Mato grosso, más hacia el sur, pero tampoco aparece, con lo cual, paramos en el hotel para tomar una cerveza y refrescarnos del gran calor que está haciendo. Finalmente, volvemos por la transpantaneira con la intención de comer en aquel restaurante que ya lo habíamos hecho fechas atrás, Bararas.

Una Garza chiflona (Syrigma sibilatrix) nos da un recital pescando a pocos metros de nosotros, momento que aprovechamos para tomar una buena serie de fotos de esta bonita garza.

Por un camino que tomamos, antes de llegar al restaurante, para hacer el último intento de ver el saltarín, por cierto, sin éxito, vemos Cardenilla crestada (Paroaria coronata), Bienteveo alicastaño (Myiozetetes cayanensis), Angú (Donacobius atricapilla), etc.

Ya en el restaurante, esperando nuestra comida, podemos ver una bonita Rana lechera (Phrynohyas venulosa) que, la fotografiamos todo el grupo. Además, allí vemos un bonito Trepatroncos chico (Lepidocolaptes angustirostris) subiendo por un palo, una pareja de Hornero común (Furnarius rufus) metiendo material a esa obra de ingeniería que es su nido, y a los escandalosos Caciques lomiamarillos (Cacicus cela), yendo y viniendo de una manera frenética.

La fazenda Araras es nuestro último destino en la transpantaneira, antes de tomar el camino hacia Curicaca. En un charco muy cercano a la carretera, nos encontramos con un grupo de Ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomous). Es increíble como uno de ellos pasa por una valla con tres cables a distintas alturas, con esos cuernos que suelen lucir los machos adultos, como decía, increíble, no nos lo podíamos creer.

En Araras vamos buscando los Carpinteros blancos (Leuconerpes candidus) que habíamos visto días atrás, pero éstos no están en su tronco favorito, aunque sí que vemos Guacamayo acollarado (Primolius auricollis), Tangara sayaca (Thraupis sayaca), Espinero grande (Phacellodomus ruber), Jabirú americano (Jabiru mycteria), Garrapatero ani (Crotophaga ani), etc.

Retornamos a Curicaca pronto. Queremos dar una vuelta por allí y hacer unas fotos de la pousada, aunque es imposible no toparte con pájaros. Trepatroncos oscuro (Dendrocolaptes platyrostris), Amazona frentiazul (Amazona aestiva), Cacique crestado (Psarocolius decumanus) y Piojito picudo (Inezia inornata), son algunos de ellos.

Ya, por la tarde, y antes de ir a cenar, dejamos preparada la maleta, porque al día siguiente tenemos que salir de la pousada sobre las 3:30 de la mañana para llegar sobre las 6 a devolver el coche y encontrarnos con Juanma.

A la mañana siguiente, día 24, el despertador suena a las 2:30 horas. Mario se ha levantado también para despedirse de nosotros. Con un efusivo abrazo a Mario, nos despedimos de Curicaca y ponemos rumbo a Cuiabá.

El hotel donde está alojado Juanma, está a escasos 50 metros de Localiza Hertz, lugar donde tenemos que dejar el coche. Al poco tiempo de llegar, Ángel va a buscarlo al hotel, mientras los demás cargamos las maletas en los coches que nos van a llevar al aeropuerto y cancelamos totalmente el alquiler.

Cuando aparece Juanma, nos damos todos un buen abrazo, él nos cuenta novedades rápidamente y nos vamos hacia el aeropuerto para nuestra vuelta a Madrid.

Ha sido un bonito viaje, más allá de los problemas que hemos tenido y que el grupo ha sabido solventar de la mejor manera que ha podido, un viaje que, se lo recomiendo a todos los amantes de la naturaleza, ya sean pajareros o fotógrafos, porque el pantanal, aun no siendo un destino con un gran número de especies, como pueden ser otros lugares en Suramérica, te ofrece la posibilidad de disfrutar su fauna a una corta distancia, nunca tienes momentos en el viaje en los que no ves nada, siempre te encuentras algo en este o en el otro puente, y que decir de Porto Jofre, la meca del Jaguar, el único lugar del mundo que te puede "casi" garantizar tener un chance de ver a este impresionante gato. Se te ponen los pelos de punta cuando lo ves a menos de 50 metros, tal y como, lo pudimos ver nosotros.

Por último, le quiero dedicar esta crónica a las sufridoras, nuestras mujeres, Toñi, Mercedes, Nuri y Pepa, porque sin ellas, como se suele decir, no hubiera sido posible, va por vosotras chicas. Y tranquilas, que de momento no tenemos ningún otro viaje pensado.................... ¡¡¡De momento!!!

LISTADO DE ESPECIES VISTAS Y OÍDAS (pincha para descargar el archivo excel)