Poco que contar del día 5 de julio, ya que, permanecimos todo el día viajando desde Ciudad del Cabo al Parque Nacional del Krüger.

Nos levantamos a las 02:30 horas y a las 03:00 estábamos en los coches con dirección al aeropuerto. Nuestro avión de la compañía Flysafair despegaba a las 05:45 horas con destino a Johanesburgo.

El vuelo llegó a las 07:30, pero mientras desayunamos en el mismo aeropuerto, recogimos los coches de alquiler y emprendimos camino hacia el Krüger eran ya las 10:15 de la mañana.

Todo lo que restaba de luz estuvimos viajando hasta llegar al Krüger cerca de la puerta Orpen.

El Parque Nacional del Krüger se encuentra en el noreste del país y tiene una extensión de 18989 Km² y se extiende por 350 Km de norte a sur y 60 Km de oeste a este.

Esta extensión es semejante a la provincia de Cáceres en España o a la de Gales en el Reino Unido (información extraída de wikipedia).

A lo largo del parque existen 11 puertas de entrada, dos de ellas en la frontera de Mozambique y las otras nueve en territorio sudafricano, de las cuales Orpen se encuentra en la parte central al oeste del parque. Pincha en el mapa de arriba para verlo más grande.

Nuestro alojamiento durante los dos próximos días era el Maduma Boma, fuera del parque a unos 20 Km de la puerta Orpen. Llegamos allí pasadas las 17:00 horas.

En el camino pudimos ver, sin oportunidad de foto, Secretario (Sagittarius serpentarius), Drongo ahorquillado (Dicrurus adsimilis), Elanio azul (Elanus caeruleus) y un largo etc. de aves, además, de Cebra de Burchell (Equus quagga) e Impala (Apyceros melampus).

Al llegar al Maduma Boma, una finca cercada en la cual hay unas amplias cabañas, todos nosotros exclamamos al ver que estábamos rodeados de Facóqueros (Phacochoerus africanus), Cebras de Burchell (Equus quagga), Impalas (Aepyceros melampus), Nialas comunes (Tragelaphus angasii), un auténtico lujo de alojamiento

Pronto fuimos a la cama, ya que, al día siguiente queríamos levantarnos pronto para aprovechar nuestro primer día de safari en el mítico Krüger.

Nos levantamos muy temprano, eran las 05:00 horas cuando sonó el despertador y lo primero que hicimos Guille y yo fue ir a recoger una cámara de fototrampeo que habíamos colocado muy cerca de nuestro alojamiento. Esa noche tan solo entro un enorme macho de Niala común (Tragelaphus angasii).

Eran las 05:45 horas cuando saliamos de Maduma Boma para ir a la puerta Orpen, puerta de entrada al Krüger.

Llegamos allí sobre las 06:30 horas y en la puerta tuvimos que hacer los papeleos de acceso al parque, en nuestro caso adquirimos una tarjeta, llamada Wild card, que nos daría acceso al parque todos los días. Según el número de días y número de personas que vayan a acceder al parque merece o no la pena sacar esta tarjeta. En nuestro caso, si nos mereció la pena.

Nada más entrar nos encontramos con los tres primeros Elefantes de sabana (Loxodonta africana) que hicieron las delicias de todos nosotros. Desde la misma puerta ya empezamos a ver Cebra de Burchell (Equus quagga), Gran kudú (Tragelaphus strepsiceros), así como, numerosos Impalas (Aepyceros melampus) que de largo seria la especie de mamífero más abundante dentro del parque.

Algún kilómetro más allá de la puerta nos encontramos con un grupo de Búfalo africano (Syncerus caffer), como no, acompañados de sus inseparables desparasitadores, los Picabueyes piquirrojos (Buphagus erythrorhynchus).

Entre las aves pudimos ver Cucal de Burchell (Centropus burchelli), Alcaudón pío (Corvinella melanoleuca), Estornino de Burchell (Lamprotornis australis), así como, una preciosa Culebrera sombría (Circaetus cinereus) que divisaba toda la savana desde una alta acacia.

Antes de llegar a una zona de pic-nic, llamada Kavulani, nos encontramos con las primeras Jirafas (Giraffa camelopardalis) del viaje. Una de ellas nos pasó al trote a escasos dos metros del coche, impresionante tener a ese animal tan cerca.

De la zona de pìc-nic partimos hacia el Rest camp Satara. Los Rest camps son grandes áreas totalmente valladas repartidas dentro del parque, en las cuales puedes encontrar tiendas, restaurantes, gasolinera, áreas de recreo, y un largo etc.

En Satara Rest Camp comimos en un restaurante una rica pizza aunque muy picante y pudimos descansar un rato.

No quiero olvidar comentar, que antes de entrar por la puerta de este rest camp, estuvimos más de 10 minutos parados para dejar cruzar la carretera a un nutrido grupo de Ñu. El nombre en castellano de este mamífero es Ñu azul (Connochaetes taurinus).

Desde la mesa donde dábamos cuenta del retaurante podíamos ver un grupo de Facóquero (Phacochoerus africanus), y entre los pájaros había Estornino orejiazul (Lamprotornis chalybaeus), Toco piquigüaldo sureño (Tockus leucomelas), Turdoide de Jardine (Turdoides jardineii), etc.

Salimos de aquel rest camp sobre las 14:45 con dirección a la puerta Orpen. Hay que recordar que en esta época del año todas las puertas del parque cierran a las 17:30 y si no estás alojado en alguno de los rest camps del Krüger tienes que estar a esa hora como muy tarde en la puerta para abondonar el parque.

Teníamos 2 horas 45 minutos para hacer los 48 km que nos separaban de la puerta Orpen, pero también es conveniente recordar, que no se puede circular por las carreteras asfaltadas del Krüger a más de 50 Km/h y por los caminos de tierra a 40 Km/h, y sabiendo que parábamos por cualquier animal que encontraramos, tampoco teníamos mucho tiempo.

Lo más destacado en este trayecto fue Babuino chacma (Papio cynocephalus), Elefante de sabana (Loxodonta africana), Cebra de Burchell (Equus quagga), Gran kudú (Tragelaphus strepsiceros) y muuuchos Impalas (Aepyceros melampus). Entre las aves, Calao terrestre sureño (Bucorvus leadbeateri), Sisón moñudo austral (Lophotis ruficrista), Avutarda kori (Ardeotis kori), etc., pero lo más fascinante fue encontrarnos una impresionante Águila marcial (Polemaetus bellicosus) a pocos metros de nosotros perchada en una acacia seca.

A las 17:25 salimos del Krüger con dirección a nuestro alojamiento, el Maduma Boma.

Hemos salido muy temprano de Maduma Boma. Dejamos atrás un alojamiento de esos que no se olvidan fácilmente, integrado totalmente con la naturaleza y rodeado de animales.

Al levantarnos y antes de salir, lo primero que hicimos fue retirar la cámara de fototrampeo. La sorpresa fue que había entrado una pareja de Puercoespín sudafricano (Hystrix africaeaustralis) (ver video) y una Gineta, creo que la misma especie que tenemos en Europa (Genetta genetta).

Hoy va a ser una jornada dura, ya que, tenemos que hacer 153 km. por dentro del parque y eso nos va a llevar mucho tiempo, porque tal y como comenté anteriormente, no se puede circular a más de 50 Km/h en las carreteras asfaltadas y a 40 Km/h en los caminos sin asfaltar, además tenemos que tener en cuenta el retraso que conlleva parar cada poco tiempo para ver un elefante, una jirafa, una cebra, un impala y de vez en cuando leones, leopardos u otro carnívoro.

El camino que tomamos fue entrar por la puerta de Orpen, al igual que el día anterior, llegar al rest camp de Satara y desde allí, dirigirnos hacia el sur al rest camp de Lower Sabie, para más tarde salir como muy tarde a las 17:30 por la puerta de Crocodrile bridge.

Justo 100 metros antes de llegar a Orpen nos llegó la primera sorpresa del día, 3 Leones (Panthera leo) cruzando tranquilamente la carretera a escasos 15 metros de nosotros. Por la abultada tripa que tenían, estaba claro que se habían dado un buen festín hace poco tiempo. Quién sabe la que habían liado aquellos tres piezas por ahí. Aunque con muy poca luz logramos tomarles algunas fotos.

Al poco tiempo nos encontramos al borde de la carretera un buen número de buitres terminando de comer un cadáver. Allí había Buitre orejudo (Torgos tracheliotus) y Buitre dorsiblanco (Gyps africanus). Un buen momento que aprovechamos para disfrutar y tomar fotos.

Poco a poco según avanzaba la mañana, iban cayendo diferentes especies de mamíferos. Primero una pequeña manada de Elefante de sabana (Loxodonta africana), más tarde varios Búfalos africanos (Syncerus caffer), etc.

Las mañanas en Krüger se pasaban volando sin darnos cuenta, pero en poco tiempo habíamos visto tres de los cinco grandes, León (Panthera leo), Elefante de sabana (Loxodonta africana) y Búfalo africano (Syncerus caffer), además de Impalas (Aepyceros melampus), Raficero común (Raphicerus campestris), Cebra de Burchell (Equus quagga), Jirafas (Giraffa camelopardalis), Gran kudú (Tragelaphus strepsiceros), Antílope acuático (Kobus ellipsiprymnus), etc.

Sobre las aves, pudimos observar Francolín de Swainson (Pternistis swainsonii), Francolín de Natal (Pternistis natalensis), Sisón moñudo austral (Lophotis ruficrista), Águila rapaz (Aquila rapax), Batis molitor (Batis molitor), Bulbul tricolor (Pycnonotus tricolor), Suimanga pechiblanco (Cinnyris talatala), Suimanga acollarado (Hedydipna collaris), Turdoide de Jardine (Turdoides jardineii) y una preciosa Águila marcial (Polemaetus bellicosus) a pocos metros de nuestra posición.

Después paramos en una zona de pic-nic para preparar unos sándwiches, hechos deprisa y corriendo para tomarlos en el coche, porque el tiempo apremiaba y no nos iba a dar tiempo salir en hora del parque. Con tanta prisa preparamos los sándwiches que hasta participaron los Monos verdes (Chlorocebus pygerythrus) que por allí andurreaban, de hecho, uno de ellos le quitó el sándwich de las manos a Nuria.

Por la tarde, aunque sin foto hemos podido fichar a los dos grandes que nos quedaban, Rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) y Leopardo (Panthera pardus). Éste último estaba tan escondido entre la maleza que solamente éramos capaces de ver unas pocas manchas entre la espesura, aunque estaba relativamente cerca.

El Rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) lo pudimos ver en dos ocasiones durante la tarde, la última casi en la puerta de salida de Crocodrile bridge.

El paisaje cambia bastante desde Satara a Lower Sabie, volviéndose en ocasiones muy rocoso. En unas de estas formaciones rocosas pudimos ver un Saltarrocas (Oreotragus oreotragus).

Prácticamente acabado el día y la luz, llegamos al puente sobre el rio Crocodrile, justo antes de la puerta, donde pudimos ver Martín pescador pío (Ceryle rudis), Espátula africana (Platalea alba), Garza goliat (Ardea goliath), Cormorán africano (Phalacrocorax africanus) y un nutrido grupo de Hipopótamos (Hippopotamus amphibius).

De ahí a nuestro alojamiento a unos 20 kilómetros, una casa de dos pisos en Marloth park y que era realmente una pasada, ubicada en un bosque donde los animales andaban a sus anchas.

Hoy salimos nuevamente muy temprano de Wild bunch en Marloth park, a unos 20 kilómetros de la puerta Crocodrile bridge, a la que llegamos sobre las 06:45.

Después de un café rápido en el rest camp de Crocodrile bridge y hacer los rutinarios papeleos de entrada al parque, procedimos a entrar.

Pronto empezamos a ver los que nunca fallan, Cebra de Burchell (Equus quagga), Impala (Aepyceros melampus), Gran kudú (Tragelaphus strepsiceros), Jirafa (Giraffa camelopardalis), etc.

El camino que íbamos a hacer era alcanzar el rest camp de Skukuza, pasando por Lower sabie y volver prácticamente por la misma ruta para salir por la misma puerta (Crocodrile bridge). Esto suponía unos 150 kilómetros.

El principio de la ruta estuvo entretenida con varias paradas intermitentes para ver y fotografiar distintas especies como Tejedor intermedio (Ploceus intermedius), Drongo ahorquillado (Dicrurus adsimilis), Pigargo vocinglero (Haliaeetus vocifer), Carraca lila (Coracias caudatus), Lorito cabecipardo (Poicephalus cryptoxanthus), etc.

A mitad de la mañana llegó uno de los momentos TOP del día. Como si de un documental de la tele se tratara, vimos a lo lejos una gran polvareda y al mirar con los prismáticos pudimos ver un grupo de unos 25 o 30 Búfalos africanos (Syncerus caffer) corriendo y detrás de ellos dos Leones (Panthera leo). Los Búfalos se volvieron todos a la vez de repente, como si uno de ellos hubiera dado esa orden, y los leones frenaron y empezaron a retroceder.

Retomamos el camino hacia Skukuza después de haber visto ese maravilloso momento búfalo-león. En el camino pudimos ver Monos verde (Chlorocebus pygerythrus) y Babuino chacma (Papio cynocephalus).

Justo antes de llegar a Skukuza, lugar donde íbamos a tomar el almuerzo, pudimos ver tres Leones (Panthera leo) más bebiendo en el río que teníamos a mano derecha, el río Sabie y algo más tarde un montón de coches apiñados en la carretera nos marcaban un Leopardo (Panthera pardus) que pudimos ver muy bien pero solamente durante 3 segundos. Estaba totalmente a contraluz e iba andando entre un espeso mar de arbustos, en el cual, era muy difícil su relocalización.

Después de comer en el restaurante del rest camp de Skukuza y hacernos la foto de rigor, salimos nuevamente deprisa y corriendo porque quedaban unos 80 kilómetros para salir del parque y tan solo disponíamos de 2 horas.

Guille y yo lo comentamos varias veces, en esta época del año una vez que parabas a comer, el día se había terminado porque o estabas muy cerca de la puerta, donde tenías que salir, para disfrutar un par de horas que te quedaban, o tenías que ser consciente que si hacías paradas para ver animales tenían que ser muy fugaces, una pena.

De cualquier manera, en este trayecto pudimos ver nada más salir de Skukuza una preciosa Civeta africana (Civettictis civetta) merodeando entre un bosquete de acacias y un grupo de 7 Leones (Panthera leo) tumbados en una gran roca al lado del río tomando el sol. Otros mamíferos que nos encontramos en el camino, fueron Elefante de sabana (Loxodonta africana), Antílope jeroglífico (Tragelaphus sylvaticus), Hipopótamo (Hippopotamus amphibius), Duiquero de Grimm (Sylvicapra grimmia), etc.

También podríamos destacar algunas aves que pudimos ver en ruta, como Picotenaza africano (Anastomus lamelligerus) y Cigüeña negra (Ciconia nigra) en el río, además de Tórtola de El Cabo (Streptopelia capicola), Suimanga acollarado (Hedydipna collaris), Bulbul tricolor (Pycnonotus tricolor), Francolín capirotado (Dendroperdix sephaena), etc.

Poco más que contar de este día, llegamos a nuestro alojamiento en Marloth park y por la noche mientras preparamos la cena pusimos unas bananas en uno de los comederos en nuestra terraza, donde enormes Murciélagos de charretera o de la fruta (Epomophorus wahlbergi) se acercaban para comérselas, sin duda un buen momento.