Namibia 2022 (I)

Del 02 al 16 de Octubre

PARTICIPANTES: Coral Bordas, Ángel Cabo, Guille Muñoz, Manolo Arribas y Quique Marcelo

CRÓNICA
(Parte I)

Marzo de 2020. Casi todo preparado, vuelos comprados, prácticamente todos los alojamientos reservados, coches de alquiler contratados, y así, un largo etcétera, pero no, el caprichoso destino no quería que ese año fuéramos de viaje, y de un plumazo, nos quitó esa idea de la cabeza para que pusiéramos toda la carne en el asador y toda nuestra atención a lo que acontecía en el momento, habíamos entrado en pandemia, el dichoso Covid-19 había llegado, y con ello, tocaba desarmar por el momento la maleta y dejar de lado todos los planes que teníamos a corto plazo, incluido nuestro viaje a Namibia para ese octubre, aunque cuando tuvimos que confinarnos en casa cantando el "Resistiré" todos los días a las 8 de la tarde desde la ventana, yo particularmente tenía la esperanza que para octubre se habría pasado todo e íbamos a poder retomar nuestro plan de viaje.

Pero no fue así, pasaron los meses, y poco antes que llegara la fecha indicada tuvimos que cancelar todo, sufriendo un pequeño calvario con la compañía aérea para que nos devolviera el dinero de los vuelos y también tuvimos que hablar con los alojamientos para posponer todo al siguiente año, que por cierto, tampoco pudo ser porque seguíamos liados con la maldita pandemia, pero en 2022, parece que todo volvió a una aparente normalidad, y por fin, pudimos realizar este ansiado viaje.

Por fin había llegado el momento de viajar a Namibia, un país que teníamos muchas ganas de visitar, porque era un viaje que íbamos a poder tocar muchos diferentes ecosistemas, como la costa y los humedales intermareales de Walvis bay, Costa esqueletos, las áreas desérticas del desierto del Namib con esas impresionantes dunas que no dejan a nadie indiferente, el Parque nacional de Etosha, un parque mítico namibio de esos que vemos en los documentales de la tele, etc.

He de decir que Namibia no es "el mejor lugar del mundo" para ver una gran cantidad de especies de aves, aunque las tiene, ya que en muchos lugares hemos tenido que picar piedra para sacar los pájaros, pero por contra, te da otros grandes momentos para el fotógrafo de naturaleza, como los barcos varados en Costa esqueletos, los grandes mamíferos de Etosha, las grandes dunas del desierto, que son las más altas del mundo, las tribus nativas, como los llamativos Himba, y así, un largo etcétera.

Aunque no hemos podido visitar todo el país, por el limitado tiempo que teníamos y por la gran extensión de terreno que comprende Namibia, casi dos veces España, sí que hemos visitado sitios muy concretos en la mitad norte del país, en los que nos hemos podido llevar una gran idea de lo que es Namibia y el gran potencial de su fauna y su naturaleza.

En este mapa he marcado los sitios que hemos visitado:




Días 2 y 3 de octubre
Viaje desde Madrid hasta Windhoek y primer día en Walvis bay

Día 2 de octubre. Empieza nuestra aventura en el momento que nos encontramos todos los integrantes del grupo en el aeropuerto de Madrid y embarcamos hacia Frankfurt, primera y única escala que hacemos antes de dar el salto definitivo a Windhoek, capital de Namibia.

Llegamos a Windhoek sobre las 10 de la mañana del día 3 de octubre. Mientras que cambiamos dinero y la lentitud y poca coordinación que tienen en la oficina de rent a car, hace que no salgamos del aeropuerto hasta pasadas las 11 y media de la mañana, pero bueno, es el primer día y sabíamos que podía haber cualquier retraso inesperado, aunque teníamos previsto llegar pronto a Walvis bay para aprovechar parte del día

De camino hacia Walvis bay no queremos parar mucho, pero en ruta podemos ver Azor lagartijero claro (Melierax canorus), Cuervo pío (Corvus albus), Elanio común (Elanus caeruleus), etc., y entre los mamíferos, Gacela saltarina del Kalahari (Antidorcas hofmeyri) y Babuino chacma (Papio ursinus).

Para llegar a Windhoek tuvimos que pasar por Swakopmund, bonita ciudad colonial, donde hicimos la primera parada. Allí, nos dirigimos al puerto para intentar contratar una salida al día siguiente con un barco, con la intención de poder observar algún ave marina que anotar en nuestra lista. Allí en el mismo puerto, podemos ver Chorlitejo frentiblanco (Charadrius marginatus), Correlimos zarapitín (Calidris ferruginea), Correlimos menudo (Calidris minuta), Avoceta común (Recurvirostra avosetta), Flamenco enano (Phoenicopterus minor), Gaviota plateada surafricana (Chroicocephalus hatlaubii), etc.

Por fin, ya casi terminado el día, llegamos a nuestro alojamiento en Walvis bay, un bonito lugar, con un pequeño jardín en la entrada donde campaba a sus anchas una Lavandera de El Cabo (Motacilla capensis), además de Paloma de Guinea (Columba guinea) y Tórtola senegalesa (Spilopelia senegalensis).


Duna en Swakopmund


Lavandera de El Cabo (Motacilla capensis)


Tórtola senegalesa (Spilopelia senegalensis)



Día 4 de octubre
Walvis bay, salida pelágica desde Swakopmund, Bird sanctuary




Lobo marino (Arctocephalus pusillus)

En Waterfront, Walbis bay



Flamenco enano (Phoenicopterus minor)

Hoy vamos a hacer la salida pelágica que contratamos ayer en el puerto de Swakopmund. Por ello, me he levantado pronto para tomar un desayuno ligero, que luego sé lo que pasa navegando a bordo de un barco por este mar tan bravo.

Mientras yo estaba desayunando, los demás han ido al Waterfront a pajarear. El Waterfront es como se denomina a esa laguna intermareal que está justo delante de nuestro alojamiento, una laguna llena de limícolas y flamencos, una verdadera pasada de sitio.

Ahora me toca a mí darme una vuelta por el waterfront mientras ellos desayunan antes de dirigirnos a Swakopmund.

La perla de esta mini-ruta que hago, es un precioso Lobo marino (Arctocephalus pusillus) que ha decidido descansar a pocos metros del paseo marítimo, un paseo marítimo con varias personas mirando con prismáticos todo lo que se mueve en el Waterfront en contraste con los runners que corren por él.

Finalmente, salimos hacia el puerto de Swakopmund, y una vez que llegamos al muelle, contactamos con el personal del barco y zarpamos a eso de las 8:45 horas.

Nos cuentan que vamos a hacer un trayecto de 5 millas mar adentro, así como nosotros les decimos cuales son nuestros objetivos, que no son otros que albatros, pardelas, paiños, etc, pero rápidamente nos damos cuenta que los conocen, pero este no va a ser un viaje especializado para estas aves pelágicas.


Pelicano común
(Pelecanus onocrotalus)


Colonia de Cormorán de El Cabo anidada en un barco abandonado


Chorlitejo frentiblanco
(Charadrius marginatus)


Cuatro piratas


Gaviota plateada surafricana
(Chroicocephalus hartlaubii
)


Grupo en Bird sanctuary

Recorremos esas 5 millas y no llegamos a salir de la bahía, con lo cual, así es muy difícil ver a este tipo de aves que viven en alta mar, aun así, logramos ver Alcatraz de El Cabo (Morus capensis), Cormorán de El Cabo (Phalacrocorax capensis), Gaviota cocinera (Larus dominicanus), Pelicano común (Pelecanus onocrotalus), Charrán común (Sterna hirundo), etc., además de una impresionante colonia de Lobo marino (Arctocephalus pusillus) en Pelican point.

Al llegar al puerto, nos tomamos un tentempié, vamos al alojamiento a recoger a Coral y nos dirigimos a Rooibank.

Rooibank es una aldea enclavada en una zona desértica al sureste de Walvis bay, donde se dan más citas de la escasa y endémica Alondra de las dunas (Calendulauda erythrochlamys), uno de nuestros principales objetivos del viaje.

Recorremos la zona que tenemos en el mapa marcada como la ideal para esta especie, y pronto empezamos a descubrir otros pájaros muy cercanos a la aldea, como Gorrión de El Cabo (Passer melanurus), Bulbul encapuchado (Pycnonotus nigricans), Pájaro ratón dorsiblanco (Colius colius), Vencejo cafre (Apus caffer), etc., pero al adentrarnos en un lecho de río seco con arbustos dispersos, oigo un reclamo y al mirar descubro nuestra primera alondra que podemos disfrutar todo el grupo a no mucha distancia. Luego, algo más tarde descubrimos tres ejemplares más.

Ya con los deberes hechos, nos vamos a otro lugar emblemático de la zona, cercano a Walvis bay, Bird sanctuary. Un lugar con lagunas donde la cantidad de patos, flamencos y limícolas es muy elevada. En este sitio podemos ver, Cuchara de El Cabo (Spatula smithii), Cerceta joi (Spatula hottentota), Cerceta de El Cabo (Anas capensis), Carricero africano (Acrocephalus baeticatus), Focha moruna (Fulica cristata), Chorlitejo frentiblanco (Charadrius marginatus), etc.

Con el día ya agotado, nos vamos a nuestro alojamiento a tomar una merecida ducha, el día ha sido muy largo, cenar y a la cama, que mañana sonará el despertador también muy pronto.


Habitat de la Alondra de las dunas

Alondra de las dunas (Calendulauda erythrochlamys)


Cerceta de El Cabo(Anas capensis)


Día 5 de octubre
Salt pans, Duna-7, Costa esqueletos y desembocadura del río Swakop



Charrancito de Damara
(Sternula balaenarum)


Salt pans (Walbis bay)



Chorlitejo pálido
(Charadrius palidus)

Nuevo día en el sur del continente africano. Amanece, al igual que el día anterior, con un cielo súper encapotado, sin apenas luz y con una humedad que se mastica en el ambiente.

Nos dirigimos muy temprano hacia Salt pans, un área de salinas al sur de Walbis bay donde un grupo de trabajadores se afanan con sus grandes máquinas en ganarle terreno a este océano que tiene pinta de ser muy, muy bravo.

Es tal la cantidad de pájaros que se pueden ver en este rincón, que alguno de nosotros llega a exclamar que es el sitio donde más aves han visto en su vida, y es verdad, miles de flamencos en la bahía, cientos de limícolas andurreando por la orilla y muchas gaviotas volando por encima de tu cabeza.

La palma de todos estos se la llevan el Charrancito de Damara (Sternula balaenarum) y el Chorlitejo pálido (Charadrius palidus). Será porque en los días que llevábamos en Walvis bay todavía no habíamos logrado verlos.

Sobre las 10 de la mañana volvemos al alojamiento a recoger a Coral para dirigirnos hacia costa esqueletos, llamado así por la gran cantidad de barcos varados cerca de la orilla. Porque aquí la mar tiene muy mala baba.

Para dirigirnos hacia Costa Esqueletos tomamos la carretera D-1984, carretera paralela a la que va por la costa y une Walvis Bay con Swakopmund. El motivo de tomar esta carretera es porque pasa por la Duna-7, duna con una altura de 380 metros que la hace la más alta del mundo, y también porque en esa carretera que atraviesa el desierto se puede ver la Welwitschia mirabilis, planta casi endémica que sólo se puede encontrar en Namibia y Angola y que se dice de ella, que puede llegar a vivir más de 1000 años.


Ángel en Costa esqueletos


Coral en Duna 7


Welwitschia marabilis


Terrera capirotada
(Calandrella cinerea)


Esqueleto de Lobo marino
(Arctocephalus pusillus)


Avefría armada
(Vanellus armatus)

El rato que estamos en Duna-7 lo pasamos bien, subiendo y bajando por la gran duna, y en la búsqueda de Welwitschia, unos kilómetros más adelante, logramos ver dos especies de aláudidos, Terrera capirotada (Calandrella cinerea) y Alondra de Gray (Ammomanosis grayi).

Seguimos camino hacia Swakopmund, lugar donde paramos a echar gasoil a los coches y comprar pan para comernos un bocata de jamón ibérico traído de casa que nos sabe a gloria.

Continuamos la carretera de la costa hacia el norte, donde a la izquierda se encuentra el océano y a la derecha se pierde la vista en el interminable desierto.

A unos 40 km de Swakopmund encontramos un barco varado en la orilla, donde disfrutamos un montón tomando fotos y alucinamos con la colonia de Cormorán de El Cabo (Phalacrocorax capensis) allí anidada, además también vemos Chorlito gris (Pluvialis squatarola), Cormorán grande (Phalacrocorax carbo lucidus), etc. También tenemos allí en la orilla un esqueleto de Lobo marino (Arctocephalus pusillus) que custodian unos vendedores ambulantes de la zona. Ellos nos dicen que hacia el norte podemos ver muchísimos barcos encallados cerca de la orilla, pero no vamos a encontrar el primero a menos de 100 km. hacia el norte, por tanto, decidimos volver hacia Swakopmund y hacer la última parada del día en la desembocadura del río Swakop.

La desembocadura del río Swakop nos deja una grata e inesperada sorpresa, está llena de pájaros y algunos de ellos son bimbo para el grupo. Allí podemos encontrar Chorlitejo pecuario (Charadrius pecuarius), Tarro sudafricano (Tadorna cana), Ánade piquirrojo (Anas erythrorhyncha), Chorlitejo tricollar (Charadrius tricollaris), Cormorán coronado (Microcarbo coronatus), etc.

Finalmente, con el día casi completamente terminado seguimos hacia el hotel, donde tomamos una ducha, descargamos las fotos, cenamos, y a dormir.


Chorlitejo pecuario
(Charadrius pecuarius)

Cormorán coronado
(Microcarbo coronatus)


Chorlitejo tricollar
(Charadrius tricollaris)

CRÓNICA
(Parte I)

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